Erase una vez, las valoraciones económicas.
Una mañana cualquiera, después de una reunión de una hora:
- Bueno, pues creo que con todo lo que hemos hablado, tendrás claro lo que necesitamos.
- Hombre, aún hay algún punto que aclarar, lo que me has contado del proceso de importación de ficheros Excel hay que concretarlo un poco más.
- Pero hombre, si eso es subir unos ficheritos a la web con los pedidos de los clientes y listo ¿no?.
- Bueno, eso parece a priori. Pero hay alguna que otra laguna... ¿que pasa con los productos no visibles? ¿y si se modifica el Excel? ¿todo el mundo puede subir ficheros?, entiendo que no... pero desde luego tenemos que profundizar un poco... vamos, creo yo.
- Bueno, seguro que cuando te pongas con ello, lo veremos más claro.
- Ya, ya... pero es que también tenemos que ver la parte del gestor de contenidos. Como idea está bien, pero no es sencillo y tenemos que definir bien lo que necesitan los usuarios. Creo que no nos vendrían mal un par de reuniones más.
- A ver, eso también lo hemos visto. Échale un vistazo a Joomla o a Umbraco y te haces a la idea. Claro que no necesitamos tanto... pero por ahí irán los tiros. Además, tengo que reunirme con dirección para presentar el proyecto y necesito que me des tu valoración.
- ¿Valoración?
- Si, por supuesto aproximada. Necesito una cifra para este viernes... y que me digas aproximadamente (risilla maquiavélica) cuanto vais a tardar.
- (con síntomas evidentes de resignación) Veré que podemos hacer...
¿Os suena todo esto? A mi más de lo que me gustaría, la verdad. Podría ser una conversación cualquiera, de un cliente cualquiera con un pobre desarrollador cualquiera... maldita sea! nos ha tocado a nosotros!
Al final, al pobre desarrollador le toca utilizar métodos cuando menos dudosos, para dar una “Valoración aproximada”... como podemos ver aquí.
Y digo yo ¿Debe ser así? Todos sabemos que es muy difícil estimar correctamente el coste inicial de un proyecto de software, más aún si pretendemos (y deberíamos) que este software cumpla unos mínimos de calidad, la tarea se presenta ardua y complicada.